Dos jóvenes enamorados

Nuestros cuerpos enfrentados,
sostenidos en la gélida pared.

Tus labios apegados a los míos,
unión de miradas ansiosas,
almas irrefrenables, 

sólo se puede notar tu palpitar,
cada vez más acelerado

en aquella pared que ya atemperada está. 

Nuestras lenguas, juguetonas, cariñosas, 

aquella tarde primaveral, ambos luchadores
contra sol y lluvia, 

esperando la risa del arco iris
que ya no tardaría. 

Solos tú y yo, frente a frente,
miradas sostenidas,
bocas entreabiertas que guardan
un secreto desvelado.

Mente obnubilada,
pensativa en una única pregunta 

"¿por qué, tus deseos de quererme,
son transportados a mi mente?" 

Sin habla pero hablando, alma con alma,
mente con mente, labios con labios. 

Su respuesta fue breve: 

"Las palabras son olvidadas,
pero mis pensamientos y recuerdos, 

son más duraderos y sinceros".

Son dos almas conectadas, 

unidas por un fino cordel.